La seguridad será fundamental en el nuevo entorno porque, a mayor número de conexiones, mayor vulnerabilidad del consumidor

La nueva tecnología móvil de quinta generación, que ya cuenta con más de 150 dispositivos disponibles en el mercado, promete una velocidad casi sin latencia, conexiones inalámbricas, nuevos formatos de contenido, automoción, cambios en el turismo y una conectividad fiable y total. Un total de 180 prototipos se desarrollan en Europa para proceder a una revolución tecnológica sin precedentes y 13 de ellos son españoles. La inversión para expandir esta innovación alcanza los 500 millones de dólares (unos 448 millones de euros). Son algunos datos que se han ofrecido durante el Primer Foro Nacional 5G de este martes en Madrid impulsado por Mobile World Capital Barcelona. Los ponentes, entre los cuales había directivos de empresas como Nokia, Orange, Bosch, Telefónica y Ericsson, han expuesto los retos y los beneficios que supone esta revolución tecnológica tan anhelada y temida. Federico Ruiz, el responsable del Observatorio Nacional 5G ve a España como uno de los países en el pelotón de cabeza de este cambio digital.

El experto sostiene que la telefonía móvil es uno de los grandes igualadores del mundo. El 90% del tejido empresarial español corresponde a las pequeñas y medianas empresas (pymes). Entre los beneficios de la 5G, Ruiz asume que el medio rural español, por ejemplo, obtendrá lo que desea, es decir: planes de conectividad que le cubra las necesidades básicas, pero también todo lo necesario para hacer operar una granja moderna. “El impacto en las pymes es difícil de calibrar, pero la 5G les ayudará”, continua. Otro de los mayores beneficiarios de este nuevo sistema en vías de despliegue son los operadores. Estas industrias podrán recoger mayor cantidad de datos, acceder a una virtualización para proponer nuevos modelos a sus clientes, explica José Antonio Aranda directivo de la compañía Cellnex Telecom. Eso sí, el empresario afirma que no se debe olvidar la seguridad porque las redes abiertas están expuestas a terceros y, cuantas más conexiones existen, mayor es la vulnerabilidad del consumidor.

Frente a tal problema, que ningún experto se atreve a negar, Dino Flore, vicepresidente de tecnología de Qualcomm Europa cree que la solución está en las redes privadas. “Antes se podía atacar solo a una persona, ahora la amplitud es mucho mayor. No queremos que todo nuestro sistema colapse, por lo que vamos a ver un crecimiento de los sistemas privados digitales de empresas para que no se vean expuestos a gran escala”, explica el experto italiano. “Y el ciudadano, tiene que tener mucho más cuidado y hay que educarlo para que sepa cómo manejar los riesgos”, añade. Por su lado, el experto español opina que todo en este mundo es falible y que le toca a la industria solventar las grietas y taparlas. “Estamos condenados a estar en un mundo conectado y debemos saber llevarlo. La 5G no nos hace más vulnerables, simplemente es un elemento más en la cadena”, argumenta.

Otro riesgo que supone esta revolución tecnológica es que la automoción sustituya al ser humano y afecte por lo tanto el mundo laboral. Flore no tiene esta inquietud y piensa que, en los próximos 10 o 20 años, la innovación solo tendrá un impacto “tremendo” en la productividad. Sin embargo, el experto no niega que es posible que la inteligencia dentro de unos 50 años pueda afectar el empleo. “En este caso tendremos que hacernos las buenas preguntas y poner nuevos límites.”

En 2024 se prevé que un tercio de la población mundial tendrá cobertura 5G y habrá 1.000 millones de conexiones. Por ahora, los límites parecen bien definidos para cualquier brecha que se interponga en el camino de la innovación tecnológica. Entre ella, la brecha digital es la que hay que evitar, explica Ruiz. El precio de los dispositivos y la cobertura son los dos grandes ejes que se deben solventar. “El sistema 5G es una herramienta para abaratar los dispositivos y aumentar la red en armonía con nuestro modo de vida, que sigue un ritmo frenético y muchos cambios de escenario”, prosigue el experto español.

Habrá 6G y muchas más innovaciones, aunque con la 5G se alcanzará la mayor velocidad posible de la red. “Pero siempre se puede ir más allá”, opina Ruiz, “la carrera por la velocidad no es la única. Tenemos también el objetivo de mejorar el tráfico, por ejemplo, con el coche conectado. Dentro de unos años la infraestructura habrá cambiando por completo y los países en vías de desarrollo llegarán en el buen momento. La 5G tiene muchas otras batallas”, concluye.

 

Fuente:Cortes, A. (22 de Octubre de 2019). www.elpais.com. Recuperado el 25 de Octubre de 2019, de www.elpais.com: https://elpais.com/tecnologia/2019/10/22/actualidad/1571745572_262013.html